El proyecto surge de la necesidad de crear un ambiente adaptado para que los niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista) puedan concurrir al cine como los demás.
Por sus dificultades en comunicarse, expresarse y soportar cambios en su rutina muchas familias de estos niños son privadas de esta actividad tan placentera, ya que ellos suelen tener conductas muy especiales. Estas dificultades ocurren porque el cerebro tiene problemas para organizar la información que recibe a través de los sentidos. Estos niños pueden ser excesivamente sensibles a las imágenes y a los sonidos.
Este desorden puede desembocar en ansiedad e irritabilidad por la sobrecarga de estímulos. Por todo esto, el ambiente de cine tradicional puede ser bastante hostil para estos niños.
Planteamos una función sin anuncios ni traileres, luz prendida,
sonido más bajo, ambiente libre para moverse, caminar,salir y entrar de la sala con el apoyo de profesionales especializados en el tema.